La historia del Porsche Type 64 60K10 de 1939 ya te la conté en la nota que escribí hace unos meses. Acá abajo te dejo un link a la nota, por si todavía no la leíste. Volviendo a la subasta del auto, el precio que se esperaba por este auto era de unos 20 millones de dólares, lo que lo convertiría en el Porsche más caro de la historia. Por lo que ver los 70,5 millones de dólares en las pantallas que marcan el precio del lote a subastar, enloqueció a todos los presentes.
El gran problema, fue que nadie había ofertado 70,5 millones de dólares por el Porsche Type 64, sino que la oferta había sido de 17 millones de dólares. Según comunicó RM Sotheby´s, la persona encargada de actualizar el sistema con las ofertas, confundió la palabra seventeen "17 en inglés" con seventy "70 en inglés".
Como consecuencia de ese error, la subasta se enfrió, perdió profesionalismo y nadie más subastó. Lo más gracioso, es que ya la subasta había comenzado en 30 millones de dólares, cuando en realidad eran 13 millones. La persona encargada de cargar los datos, confundió siempre los "teen" con "ty". Y quien estaba encargado de la subasta recién se dio cuenta de este error cuando todo el mundo se volvió loco al ver los 70,5 millones de dólares en las pantallas.
De esa manera, el precio de venta del Porsche Type 64 cerró en 17 millones de dólares, cifra que realmente había sido ofertada por este modelo. El problema, fue que ese valor no llegó a alcanzar el precio base de la subasta y de esa manera, el auto no se vendió y volvió a manos de su dueño.
Este insólito momento permitió que por unos segundos, el Porsche Type 64 pueda ser considerado como el auto más caro de la historia. Recordemos que hasta ahora, el auto más caro de la historia es la Ferrari 250 GTO de 1963 que se vendió de forma privada por 70 millones de dólares. Mientras que el auto más caro de la historia en ser subastado es la Ferrari 250 GTO Scaglietti, la cual alcanzó un precio de 48,4 millones de dólares.
Sin dudas, este error fue uno de los momentos más graciosos que nos dejó el Concurso de la Elegancia de Pebble Beach 2019. Claro, gracioso para todos, menos para los dueños del auto, que por algunos segundos no paraban de imaginar en qué gastar esos 70,5 millones de dólares.