Nota escrita por Gustavo Jose Andrade: La movilidad eléctrica ha evolucionado significativamente en los últimos años, buscando maximizar la eficiencia energética y la autonomía de los vehículos. Una de las tecnologías emergentes más prometedoras es la suspensión regenerativa, un sistema innovador que convierte la energía generada por las vibraciones y golpes del camino en electricidad reutilizable. Este avance podría revolucionar la eficiencia de los autos eléctricos e híbridos al aprovechar una fuente de energía que, hasta ahora, se ha desperdiciado por completo.
Los sistemas de suspensión tradicionales están diseñados para absorber impactos y mejorar la comodidad del conductor y los pasajeros. Sin embargo, en el proceso, disipan una cantidad considerable de energía en forma de calor a través de los amortiguadores. La suspensión regenerativa, en cambio, incorpora generadores eléctricos en los amortiguadores para capturar esa energía cinética y transformarla en electricidad. De esta manera, cada vez que el vehículo pasa por un bache, una irregularidad del camino o simplemente frena, la suspensión no solo absorbe el impacto, sino que también genera energía para recargar la batería.
El principio de funcionamiento de esta tecnología se basa en actuadores electromagnéticos o sistemas hidráulicos inteligentes que reemplazan o complementan los amortiguadores convencionales. En un sistema electromagnético, los movimientos verticales del vehículo generan un desplazamiento en un imán dentro de una bobina, lo que induce una corriente eléctrica. En el caso de los sistemas hidráulicos, el fluido presurizado es forzado a través de turbinas generadoras de electricidad. En ambos casos, la energía recuperada puede almacenarse en la batería del vehículo y usarse para alimentar otros sistemas, como el aire acondicionado, las luces o incluso el motor.
Los beneficios de la suspensión regenerativa son múltiples. En primer lugar, mejora la eficiencia energética del vehículo al proporcionar una fuente adicional de energía sin aumentar el consumo de la batería principal. Además, contribuye a una mayor autonomía, lo que es especialmente importante en los autos eléctricos, donde cada kilómetro adicional representa una ventaja competitiva. También reduce el desgaste de los componentes mecánicos, al distribuir mejor las fuerzas del impacto y optimizar la absorción de vibraciones.
Empresas automotrices y startups tecnológicas ya están trabajando en el desarrollo de esta tecnología. Uno de los casos más destacados es el de Levant Power, una compañía que ha desarrollado un sistema de suspensión regenerativa basado en amortiguadores electromagnéticos. Según sus pruebas, este sistema puede generar hasta 10 vatios de energía por amortiguador en condiciones normales de conducción y hasta 1 kW en terrenos irregulares. Otro ejemplo es el trabajo de Audi y BMW, que han explorado la integración de esta tecnología en sus modelos híbridos y eléctricos de alta gama.
A pesar de sus ventajas, la adopción masiva de la suspensión regenerativa enfrenta algunos desafíos. Uno de los principales es el costo de implementación, ya que estos sistemas requieren materiales avanzados y un desarrollo tecnológico significativo. Además, todavía es necesario optimizar la cantidad de energía recuperada para que tenga un impacto significativo en la autonomía de los vehículos.
A medida que la investigación y el desarrollo avancen, es probable que en los próximos años veamos autos con esta tecnología incorporada, consolidando un nuevo estándar en la movilidad sostenible.
Gustavo Jose Andrade es Director de Andrade Service y autor del libro automóviles híbridos y eléctricos. Además, en su taller se especializa en diagnóstico y reparación de autos
www.automovileshibridosyelectricos.com.ar
www.andradeservice.com.ar
Los sistemas de suspensión tradicionales están diseñados para absorber impactos y mejorar la comodidad del conductor y los pasajeros. Sin embargo, en el proceso, disipan una cantidad considerable de energía en forma de calor a través de los amortiguadores. La suspensión regenerativa, en cambio, incorpora generadores eléctricos en los amortiguadores para capturar esa energía cinética y transformarla en electricidad. De esta manera, cada vez que el vehículo pasa por un bache, una irregularidad del camino o simplemente frena, la suspensión no solo absorbe el impacto, sino que también genera energía para recargar la batería.
El principio de funcionamiento de esta tecnología se basa en actuadores electromagnéticos o sistemas hidráulicos inteligentes que reemplazan o complementan los amortiguadores convencionales. En un sistema electromagnético, los movimientos verticales del vehículo generan un desplazamiento en un imán dentro de una bobina, lo que induce una corriente eléctrica. En el caso de los sistemas hidráulicos, el fluido presurizado es forzado a través de turbinas generadoras de electricidad. En ambos casos, la energía recuperada puede almacenarse en la batería del vehículo y usarse para alimentar otros sistemas, como el aire acondicionado, las luces o incluso el motor.
Los beneficios de la suspensión regenerativa son múltiples. En primer lugar, mejora la eficiencia energética del vehículo al proporcionar una fuente adicional de energía sin aumentar el consumo de la batería principal. Además, contribuye a una mayor autonomía, lo que es especialmente importante en los autos eléctricos, donde cada kilómetro adicional representa una ventaja competitiva. También reduce el desgaste de los componentes mecánicos, al distribuir mejor las fuerzas del impacto y optimizar la absorción de vibraciones.
Empresas automotrices y startups tecnológicas ya están trabajando en el desarrollo de esta tecnología. Uno de los casos más destacados es el de Levant Power, una compañía que ha desarrollado un sistema de suspensión regenerativa basado en amortiguadores electromagnéticos. Según sus pruebas, este sistema puede generar hasta 10 vatios de energía por amortiguador en condiciones normales de conducción y hasta 1 kW en terrenos irregulares. Otro ejemplo es el trabajo de Audi y BMW, que han explorado la integración de esta tecnología en sus modelos híbridos y eléctricos de alta gama.
A pesar de sus ventajas, la adopción masiva de la suspensión regenerativa enfrenta algunos desafíos. Uno de los principales es el costo de implementación, ya que estos sistemas requieren materiales avanzados y un desarrollo tecnológico significativo. Además, todavía es necesario optimizar la cantidad de energía recuperada para que tenga un impacto significativo en la autonomía de los vehículos.
A medida que la investigación y el desarrollo avancen, es probable que en los próximos años veamos autos con esta tecnología incorporada, consolidando un nuevo estándar en la movilidad sostenible.
Gustavo Jose Andrade es Director de Andrade Service y autor del libro automóviles híbridos y eléctricos. Además, en su taller se especializa en diagnóstico y reparación de autos
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