El plan de Mike Manley para Maserati, consta de seguir los pasos de Ferrari, en lugar de los pasos de una firma más generalista como Alfa Romeo. Los ingresos de Maserati y sus beneficios caen año a año. Si bien, en parte esto se debe a un leve enfriamiento del mercado chino y a la llegada del ciclo WLTP, el principal problema es la falta de lanzamientos. El último gran modelo que lanzó a la venta fue el Levante en 2016, lo cual es poco para un mercado tan competitivo como el actual.
Si bien hasta 2020 Maserati no planea lanzar grandes novedades, el plan de Manley consiste en lanzar modelos exclusivos, los cuales dejen un gran margen de ganancias. Para Manley, Maserati no tiene que ser una marca que busque volumen, sino que tiene que ser una marca exclusiva que busque beneficios. Como parte de este plan, FCA nombró a Harald Wester como CEO de Maserati, el objetivo es darle más independencia a la marca.
La situación económica de Maserati es realmente mala, de hecho, se rumorea que de no mejorar su situación en los próximos años, la firma podría ser vendida o incluso desaparecer. Si comparamos tercer trimestre de 2018 con el tercer trimestre de 2017, los ingresos de Maserati cayeron un 87%. Lo esperanzador es que Maserati aún genera beneficios positivos, pero están en caída.
Ahora bien, los rumores que hablan de la desaparición de Maserati me parecen exagerados. La firma del tridente planea lanzar tres nuevos modelos entre el 2020 y el 2022 (habrá que ver si no adelantan algún lanzamiento para el año que viene). Los modelos en cuestión son un nuevo Maserati Alfieri Coupé y Convertible y un nuevo SUV que se situará por debajo de la Maserati Levante. Estos modelos llegarán con motorizaciones híbridas y hasta se dice que podrían contar con versiones 100% eléctricas.
Lo cierto, es que Maserati podría encontrar su resurgimiento apoyándose en las nuevas tecnologías, anticipando al resto de sus competidores.