La empresa que mantendrá su actividad en dicho mercado será Ford, que hasta incluso será reforzada con nuevos productos de fabricación nacional. Cabe destacar que Ford es una de las empresas que más cuota y volumen de mercado perdió luego de la crisis. Los modelos que se cargarán el mercado ruso de autos a los hombros serán el Mondeo, el Focus y el Fiesta. El primero será producido en la planta conjunta que posee con Soller en la localidad de San Petersburgo. Muchas de las piezas se envían desde España a esas instalaciones y posteriormente se realiza el montaje completo de los vehículos. Y el segundo modelo se unirá al Mondeo en la planta citada a mitad de año. Entre ambos modelos podrían alcanzarse las 160.000 unidades al año, una cifra muy positiva (aunque no todos los vehículos tendrán como destino únicamente Rusia).
Por último, el Fiesta comenzará su producción a finales de año en la planta que la marca tiene en Tatarstan. Para ello Ford ya está actualizando las instalaciones y además anunció que están levantando una nueva planta de motores en la misma zona que servirá para abastecer los productos nacionales.