Pero como en Estados Unidos la negligencia de las grandes fábricas se castiga severamente (para proteger su industria nacional), todavía restaba saber las multas que van a caer sobre General Motors por su gestión de la crisis. Lo más grave es que hay indicios que demuestran que varios directivos de la compañía sabían del defecto de diseño desde antes de que se comenzaran a vender los coches, tal y como quedó demostrado en las declaraciones de Mary Barra como CEO de GM ante el Congreso de los Estados Unidos.
Es por eso que el Fiscal General de Arizona ha sido el primero en iniciar acciones legales concretas contra GM. Este Fiscal reclama ante el tribunal que se multe a General Motors por tener conocimiento del defecto y no hacer nada durante una década para subsanarlo. En caso de que gane el Fiscal General, con las leyes de Arizona en la mano, el tribunal podría multar con hasta 10.000 dólares por coche vendido a General Motors, lo que llevaría la suma total a 3.000 millones de dólares de multa. Y eso solo en en estado de Arizona.
Otros estados están trabajando con sus fiscalías uniendo fuerzas para presentar una única demanda común por los mismos hechos. Y en paralelo, GM también se enfrenta a otro proceso judicial abierto, donde se le reclama indemnizaciones por la pérdida de valor de los vehículos ya vendidos. En este caso GM tiene todas las de ganar, ya que los precios de reventa de sus productos no han bajado de precio desde que comenzó la crisis. De todos modos se le reclama 10.000 millones de dólares en forma de compensación conjunta.
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