El sistema, basado en una cámara de vídeo de alta resolución (HD) que graba continuamente lo que pasa por detrás del coche, proyecta la imagen en el propio retrovisor interior, que en lugar de un espejo cuenta con una pantalla TFT-LCD de 1280x240 píxeles, cuya densidad de píxeles es de 171 píxeles por pulgada. "La comparación más cercana a este tipo de visión trasera sería la de un descapotable" afirma Travis Hester, ingeniero jefe del Cadillac CT6.
Además para todos aquellos que no se sientan seguros con esta nueva tecnología o aquellos que no confíen, podrán cambiar el modo del retrovisor al modo convencional mediante la palanca inferior del mismo.