Yves Bonnefont, jefe de la nueva marca DS, sorprendió a todos en el Salón de París al anunciar que: "DS estará a la venta en 200 grandes ciudades del mundo en 2020. Estará distribuida en todo el planeta, y para que sea una marca global, no se puede dejar de lado Estados Unidos. Tendremos 30 concesiones en Norteamérica, 20 de ellas en Estados Unidos". En este momento PSA no tiene ningún coche ni plataforma desarrollados pensando en cumplir las normativas de homologación de la zona NAFTA, lo que hará que Estados Unidos sea uno de los últimos mercados en ese plan a seis años para DS, pero está claro que, con las declaraciones de Bonnefont en la mano, esto va a cambiar.
La última vez que PSA tuvo una marca en Estados Unidos fue Peugeot, que abandonó aquel mercado en 1991 por la falta de resultados. El retorno de DS será un camino extremadamente complicado de cara a entrar en un mercado donde lo que importa es el tamaño (vehículos grandes con grandes motores, para los mal pensados jaja).
Es por eso que en PSA tendrán que invertir y trabajar en crear una base de producto "federalizada", y en nuevas mecánicas con las que poder convencer al cliente estadounidense.