Ante esta situación, y tal y como había prometido, BMW pasará a emplear este composite entre fibras de carbono y resina epoxídica en muchos otros modelos de su gama, empezando por la próxima revisión del Serie 7, donde ayudará a reducir el peso del vehículo.
Para poder satisfacer la demanda generada por este uso seriado de fibra de carbono, los bávaros van a triplicar la producción de la planta que tienen en régimen de Joint Venture junto con SGL para llegar a las 9.000 toneladas el año que viene.
Con esta cifra, la factoría se convertirá en el mayor productor de fibra de carbono del planeta a nivel industrial. Gracias a esta expansión se generarán 120 nuevos puestos de empleo.
Se espera que dentro de los usos de los compositores de fibra de carbono para el remozado Serie 7 veamos su uso en el techo, aletas delanteras y capós delantero y trasero. A medio plazo, y si el coste productivo sigue a la baja dentro de BMW, podríamos ver la extensión de esta técnica a modelos de segmentos inferiores.