El Porsche C88 fue un proyecto creado por la firma alemana a petición del gobierno chino. Los dirigentes de aquel país asiático, solicitaron a los fabricantes de autos de todo el mundo la creación de un auto popular pensado para ser vendido en masa. Porsche participó de aquel proyecto y bajo ese marco desarrollo el Porsche C88. En esa década, los salarios de los trabajadores chinos crecían año a año y el gobierno quería fabricar autos para satisfacer la creciente demanda de la población.
Para Porsche, el esquema del C88 era la mejor manera de reactivar su capital. Con ese objetivo en mente, los ingenieros de la firma alemana desarrollaron el auto en cuatro meses, cumpliendo las premisas impuestas por el gobierno chino. Uno de las premisas más curiosas era que el vehículo debía incluir una única plaza para niños, debido a la regulación en la que las parejas sólo podían tener un hijo.
En el marco del Salón del Automóvil de Beijing en 1994, la firma de Stuttgart presentó el prototipo del Porsche C88. El polémico CEO de Porsche en esos años era Wendelin Wiedeking, quien presentó a el gobierno chino el auto, dando su discurso en perfecto mandarín.
¿Qué pasó entonces con el Porsche C88?
No pasó nada, el gobierno chino le dio las gracias a Wiedeking con un fuerte apretón de manos, Porsche se quedó sin un contrato de fabricación y los chinos se quedaron con todas las ideas y soluciones del Porsche C88 y sin pagar un centavo.
Recordemos que en 1994, Porsche no tenía aún sus exitosos modelos Boxster, Cayenne y Cayman, así que el desarrollo del C88 les costó una suma de dinero importante, que en esos años les hacía mucha falta.
Honestamente, pienso que fue bueno que el proyecto Porsche C88 no se concretó, ya que el Dr. Porsche se hubiera revolcado en su tumba de haber visto lo que sus ingenieros tenían en mente.
Hoy en día uno de los pocos prototipos del Porsche C88 permanece en exposición en el Museo Porsche, como una clara señal de que los alemanes fueron engañados por los chinos.