De cara al Salón del Automóvil de Ginebra Bentley introduce un nuevo motor en los Flying Spur.
Para completar la gama del sedán de lujo, Bentley propone un bloque de cuatro litros con doble turbo que desarrolla 507 CV de potencia y 660 Nm de par máximo. Esta mecánica incluye el sistema de desconexión selectiva de cilindros y sistema de recuperación de energía entre otras cosas, consiguiendo una autonomía de 840 km. La transmisión automática es de ocho velocidades desarrollada por ZF.
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El comportamiento dinámico está asegurado gracias a la tracción total que funciona junto con los controles de estabilidad y tracción. La suspensión pilotada permite mantener un elevado grado de confort. En el interior destaca la completa dotación y el cuidado acabado, algo lógico dado el precio del modelo.
Desde 2013 la berlina ha cobrado entidad propia para erigirse como un modelo independiente con el nombre de Flying Spur y perdiendo el apellido Continental, no obstante sigue compartiendo plataforma, motores y demás con el Continental GT del cual deriva.
Hasta la fecha tanto el Continental Flying Spur como el nuevo Flying Spur sólo habían sido comercializados con un motor W12 Biturbo.
Para completar la gama del sedán de lujo, Bentley propone un bloque de cuatro litros con doble turbo que desarrolla 507 CV de potencia y 660 Nm de par máximo. Esta mecánica incluye el sistema de desconexión selectiva de cilindros y sistema de recuperación de energía entre otras cosas, consiguiendo una autonomía de 840 km. La transmisión automática es de ocho velocidades desarrollada por ZF.
El Flying Spur V8 acelera de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos y alcanza una velocidad punta de 295km/h. La autonomía llega a 840 kilómetros al reducirse el consumo de carburante hasta los 10,9 l/100 km. Es importante tener en cuenta las dimensiones colosales de esta limusina. Tiene una longitud de 5,3 metros, una anchura de casi 2 metros y un peso de 2,5 toneladas.
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El comportamiento dinámico está asegurado gracias a la tracción total que funciona junto con los controles de estabilidad y tracción. La suspensión pilotada permite mantener un elevado grado de confort. En el interior destaca la completa dotación y el cuidado acabado, algo lógico dado el precio del modelo.
Hasta la fecha tanto el Continental Flying Spur como el nuevo Flying Spur sólo habían sido comercializados con un motor W12 Biturbo.
