Antes que nada, debemos mencionar que Kia ya había presentado la versión americana del nuevo Optima en el Salón de Nueva York y si comparamos ambos modelos, las diferencias son mínimas.
Si comparamos esta nueva generación con la anterior, nos daremos cuenta que el nuevo Optima es más grande, crece 1 cm de alto, 2,5 cm de ancho y de largo, ahora mide casi 5 metros. El 50% de la estructura del Optima está fabricada en acero ultra resistente, lo que representa un aumento del 150% respecto al modelo anterior. Esto implica una mayor rigidez estructural, un centro de gravedad más bajo y un menor peso del conjunto.
Pasando al interior, el Kia Optima busca estar a la altura del segmento premium y es por eso que los Coreanos decidieron llenar al Optima de tecnología. Entre lo más destacado está la pantalla táctil de 8 pulgadas, sistema de navegación y por supuesto las infaltables asistencias a la conducción: control de crucero adaptativo, frenado autónomo con detección coches y de peatones a través un radar de largo alcance, alerta de abandono involuntario de carril, que además interviene automáticamente para mantener al coche dentro de su carril, encendido automático de luces de carretera, información acerca del límite de velocidad, alerta de ángulo muerto y alerta de tráfico transversal.
Un aspecto a criticar es que la oferta de motores será identica a la de la generación anterior. Hablamos de un motor naftero y uno diésel, este último es el 1.7 litros que brinda 141 CV y 340 Nm. Mientras que el naftero es un 2.0 litros que brinda 163 CV y 196 Nm de par. El motor diésel podrá estar asociado a una caja manual de seis velocidades o a una automática doble embrague de siete cambios. Mientras que el motor naftero podrá estar asociado a una caja manual o automática, ambas de 6 marchas.
Los medios europeos critican la decisión de Kia de no comercializar el motor naftero 1.6 litros turbo que brinda 178 CV, que sí equipa el Optima americano.
