El Concorso d’Eleganza Villa d’Este del automóvil siempre tiene alguna novedad que sorprende al mundo automotriz. En esta ocasión, MINI es el que da la sorpresa con el Superleggera Vision, un prototipo bi-plaza descapotable que combina la tradición de la construcción de carrocerías clásica con el auténtico estilo británico.
Si bien la estética de este concept nace de una estructura antigua y clásica de mediados del siglo pasado, la inclusión de los modernos rasgos de MINI lo convierte en un descapotable atractivo. Las características más destacas de la zona exterior son el capó alargado, la distancia entre ejes larga y fresca, los pasos de ruedas curvados, un parabrisas pequeño, el habitáculo retrasado y las terminaciones a mano para elevar su categoría y exclusividad.
Los grupos ópticos traseros con tecnología LED rememoran a la bandera británica desde la disposición de las luces, las cuales conforman las cruces de la insignia. La existencia de una aleta posterior no sólo vuelve a remitir al pueblo británico, sino que también cumple la tarea de aumentar la deportividad.
En la parte interior vuelve a hacerse presente la conjunción de terminaciones clásicas y a mano con los detalles más modernos. El diseño de los asientos, los acabados en aluminio, el tapizado de cuero, las zonas de aluminio prácticamente sin pintar ni moldear, el volante de tres radios y la estructura de las puertas que vuelve a hacer referencia a la bandera del Reino Unido, recrean un verdadero habitáculo minimalista.
Si bien la estética de este concept nace de una estructura antigua y clásica de mediados del siglo pasado, la inclusión de los modernos rasgos de MINI lo convierte en un descapotable atractivo. Las características más destacas de la zona exterior son el capó alargado, la distancia entre ejes larga y fresca, los pasos de ruedas curvados, un parabrisas pequeño, el habitáculo retrasado y las terminaciones a mano para elevar su categoría y exclusividad.
Los grupos ópticos traseros con tecnología LED rememoran a la bandera británica desde la disposición de las luces, las cuales conforman las cruces de la insignia. La existencia de una aleta posterior no sólo vuelve a remitir al pueblo británico, sino que también cumple la tarea de aumentar la deportividad.
En la parte interior vuelve a hacerse presente la conjunción de terminaciones clásicas y a mano con los detalles más modernos. El diseño de los asientos, los acabados en aluminio, el tapizado de cuero, las zonas de aluminio prácticamente sin pintar ni moldear, el volante de tres radios y la estructura de las puertas que vuelve a hacer referencia a la bandera del Reino Unido, recrean un verdadero habitáculo minimalista.
